En Cadereyta, una preocupante práctica política se ha enraizado profundamente con la planilla propuesta para la reelección del alcalde Cosme Leal en 2024, evidenciando un patrón de repetición y retención de puestos dentro del Partido Acción Nacional (PAN). Esta tendencia, que ha persistido desde 2015, plantea serias dudas sobre la renovación política y la integridad de la administración local.
El control ejercido por el grupo conocido como la ‘mafia del pan’, encabezado por los Leal Mubarqui, parece consolidarse una vez más, marcando la tercera ocasión en que este círculo mantiene un dominio firme sobre los puestos clave del municipio. Entre las figuras recurrentes en la administración municipal se destacan:
- Diana Luz, primera regidora del 2021 y madre de Lalo Leal, actual diputado y candidato a alcalde de Allende. Su presencia reiterada en la política local refuerza la percepción de un nepotismo enraizado.
- Reyna Maria Guadalupe, regidora en 2015 y esposa del actual tesorero de Cadereyta, quien sorprendentemente ha expandido su patrimonio con una cadena de ferreterías durante su periodo en la tesorería, de 2021 a 2024.
- Gabriela Flores, quien ocupa nuevamente un lugar en la planilla como cuarta regidora, mostrando una falta de diversidad y renovación en la propuesta de gobierno municipal.
- Guillermo Santilla, otro veterano de la política local que fue regidor durante la administración de Santiago Preciado de 2015-2018.
Esta situación pone de manifiesto una alarma sobre la falta de alternancia y la posible perpetuación de intereses particulares en detrimento del bienestar colectivo y la equidad democrática en Cadereyta.